Carácter: 3 tipos de sed espiritual

Desarrollar un carácter a la imagen de Jesús es la meta de todo hijo de Dios. Para esto necesitamos estar de acuerdo en algo importante: ¡Hay que entrenar!
“No pierdas el tiempo discutiendo sobre ideas mundanas y cuentos de viejas. En lugar de eso, entrénate para la sumisión a Dios. «El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene” 1 Timoteo 4:7-8 NTV

PARA DESARROLLAR UN CARÁCTER A LA IMAGEN DE JESÚS NECESITAMOS SER DISCIPLINADOS.
Disciplina es una palabra que tiene la misma raíz de la palabra discipulado. Las disciplinas espirituales forman parte de la vida de un verdadero discípulo de Jesús.

Somos hijos de la gracia, pero la gracia nos impulsa al entrenamiento.

La primer pregunta que tengo es: ¿tienes sed de Dios? ¿Deseas de todo corazón ser como Jesús?
“Entrénate en la sumisión a Dios”. Tener sed por Dios es algo grandioso. Es un signo de crecimiento. Es un signo de un verdadero adorador de Dios. Es el sello distintivo de los HIJOS de Dios.

3 tipos de sed espiritual: 
En todas las almas hay sed. Cuando el pecado estropeó la imagen de Dios en el hombre, nació una sed por poder llenar un vacío. Era la ausencia de Dios. Nació una disconformidad por tener más de lo que tenemos. La diferencia entre las personas es el tipo de sed que tienen.

1.- SED DE UN ESPÍRITU VACÍO:

Es una persona vacía. Vacía de Dios. Hay una búsqueda x llenar ese vacío, lejos de Dios. (Deseos de la carne y mente)
Buscan y nunca descansan. No hay paz. No hay identidad. No hay propósito/sentido. No hay valores, por lo tanto hay vulnerabilidad. Cambian de una cosa a otra. De una persona a otra. No encuentran nada que lo llene en forma de Dios qué hay en su corazón. Son ciegos porque nada podrá satisfacer x completo el corazón humano más que su creador.


Es una persona vacía. Vacía de Dios. Hay una búsqueda x llenar ese vacío, lejos de Dios. (Deseos de la carne y mente)
Buscan y nunca descansan. No hay paz. No hay identidad. No hay propósito/sentido. No hay valores, por lo tanto hay vulnerabilidad. Cambian de una cosa a otra. De una persona a otra. No encuentran nada que lo llene en forma de Dios qué hay en su corazón. Son ciegos porque nada podrá satisfacer x completo el corazón humano más que su creador.

2. SED DE UN ESPIRITU SECO:

A diferencia con el anterior, es que una no ha experimentado los ríos de agua viva, y la otra sí los experimentó y ahora no los tiene.

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; ” Juan 7:37-39 RVR1960.

Jesús nos dijo que de nuestro interior (por medio del Espíritu) correrían ríos de agua viva. No que nos quitaría la SED, SINO QUE CADA VEZ QUE ESTEMOS SEDIENTOS, TENDRÍAMOS DE DONDE BEBER.
Ahora, pregunto, ¿cómo llegamos a un espíritu seco?: ¡Bebiendo mucho de este mundo!

Hemos intentado llevar el patrón del consumismo al altar. Este corazón es el que entiende que estamos para SERVIRNOS DE DIOS EN LUGAR DE SERVIRLO A EL. ES QUE UN ESPIRITU SECO, NO TIENE NADA PARA DAR. Es un corazón que no adora, sino que busca adoración. Es un corazón que le escapa al compromiso y al esfuerzo, porque está débil y encerrado en sí mismo. Responsabiliza a terceros.

3. SED DE UN ESPÍRITU EN PLENITUD:

Un carácter sólido se desarrolla en la determinación de ACEPTAR QUE DIOS ES MI PADRE Y YO SOY SU HIJO. El es autoridad, yo su discípulo. El es la referencia, yo hago su voluntad, El es Señor, yo le rindo adoración con todo mi ser.

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a estar contento en cualquier situación. Sé vivir con limitaciones, y también sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar satisfecho como para tener hambre, lo mismo para tener abundancia que para sufrir necesidad; ¡todo lo puedo en Cristo que me fortalece!” Filipenses 4:11-13 RVC

Plenitud es entender que en Cristo lo tengo todo. CUANDO ENCONTRE EL VERDADERO TESORO DE LA VIDA, ME RINDO ANTE EL. Todo lo demás perdió valor.

El carácter de un hijo se sustenta, fortalece y se desarrolla cuando es rendido a los pies de Jesús. El punto de inflexión de todos es este. Me rindo ante Dios o ante yo mismo. Me rindo ante Jesús o ante mi pecado.
¿Cómo alguien que lo tiene todo puede tener sed? Porque comprendo que ser como Jesús no es una decisión por única vez. Es un proceso continuo de santificación.

Dios te bendice.
# SomosHijos